Después de dar a luz se puede comenzar a hacer pilates tan pronto como tu ginecólogo o matrona dé su aprobación para retomar el ejercicio físico. Normalmente, después de un parto vaginal se suelen esperar unas 6 semanas y, en el caso de una cesárea, 8 semanas.

Nuestra recomendación es que, una vez se vaya a retomar la actividad física, la mujer pase por una valoración de suelo pélvico con un fisioterapeuta experto en uroginecología para conocer el estado de la musculatura y saber de dónde partimos. De ese modo podemos decidir el tipo de trabajo más adecuado para cada una y desarrollar un programa de recuperación postparto lo más efectivo posible. Si no sabes dónde acudir, nosotros podemos asesorarte.

Igual que en todas nuestras clases de pilates, durante la fase de postparto nos centramos en la mejora de la postura y del bienestar general a través del trabajo de la musculatura de todo el cuerpo, aunque existen aspectos en los que hay que hacer especial hincapié, como la recuperación del abdomen y del suelo pélvico, que cobra vital importancia para prevenir o solucionar posibles casos de incontinencia urinaria, prolapsos o diástasis abdominal. Además cargar a tu hijo en brazos muchas horas, la lactancia y la vida cotidiana con un bebé hacen que sea muy importante reforzar los músculos de espalda y brazos para reducir las sobrecargas y molestias que se pueden generar con tus nuevas rutinas.

Nuestro programa de postparto aúna el método pilates y la gimnasia abdominal hipopresiva para que esta recuperación sea lo más rápida y exitosa posible. Introducimos, además, el método 5P, también conocido como tronco de propiocepción.